martes, 9 de abril de 2013

Capitulo 4


La canción Diamonds de Rihanna suena en la radio, le encanta esa canción, se siente identificada. Amelia la escucha mientras termina el trabajo de Ética que le han mandado, mañana es su último día de clase antes de que empiece el puente, por ser las fiestas de Pilar dan cuatro días de fiesta. Durante los últimos días todas las chicas de su clase planeaban lo que harían durante las fiestas, algunas decían que se liarían con uno, otras que irían a la feria con su novio, en cambio otras quedaban para un botellón. A ella le han propuesto ir a algún que otro, pero no le interesa. Sigue sin conocer a nadie con quién realizar una amistad, algunas son muy simpáticas pero no son sus amigas.
Menos mal que su hermano y ella van al mismo colegio, él le dijo que la acompañaría en el recreo, ella le insistió que no hacía falta, pero su hermano es tan cabezota que no le hizo caso.
La canción acaba y el locutor de la radio empieza a hablar, no tiene ni idea de cómo se llama, solo sabe que presenta durante una hora y después se va, la radio se llama Hit FM y es genial, no dan ningún corte publicitario y si lo hacen es uno muy corto, además le encanta su voz. Empieza otra canción, Try de Pink, también le encanta la canción y la que interpreta aún más.
Termina el trabajo, lo grapa y lo guarda en un portafolio, lo deja encima de la mesa y espera no olvidárselo. Empieza otra, Die Young de KeSha, y al tiempo que la canción sigue ella tararea mientras prepara su mochila para mañana.
Pero el tararear pronto cambia al cantar, se deja llevar y no solo eso sino que también ejecuta algún que otro paso de baile. Nadie la ve o eso cree ella.
Su hermano la observa apoyado en el marco de la puerta, le encanta como canta su hermana y como baila también, lo hace genial. No sabe porque no asiste a alguna clase de baile o canto, bueno, sí lo sabe, la respuesta está ahora mismo preparando la cena. Acaba la canción y él rompe en aplausos y vítores, ella se asusta, Arthur grita su nombre como si del público se tratara. Ella ríe y se inclina hacia delante.
- Cantas y bailas genial.
- No mientas.
- En serio, no bromeo, deberías ir a algún sitio donde lo puedas mejorar.
- Ya…- Amelia sabe que aunque quisiera no puede, y su hermano también lo sabe –. Bueno, ¿y a que has venido?
- ¿Es que un hermano no puede disfrutar de un buen espectáculo?
- Sí, pero tú no. Venga, ¿dime qué quieres?
- Nada – entra en el cuarto y se sube a la cama.
- ¿Seguro?
- Bueno, no. Verás, mañana tengo una fiesta. ¿Podrías venir?
- No, lo siento pero no.
- Venga, hermanita, no me digas que vas a quedarte encerrada toda la semana aquí.
- Puede que lo haga.
- Amelia, por favor – insiste. No quiere que se quede encerrada, además así estaría acompañado en la fiesta, no es que tenga muchos amigos.
Ella se queda pensando, es una buena idea, y su hermano tiene razón, no puede quedarse encerrada durante todas las fiestas, pero el problemas es que no le gustan las fiestas.
- Vale, vale.
- ¿Sí?
- Sí.
- ¿Me lo juras?
- ¿Qué? Sí, sí, te lo juro. Que pesado te pones a veces.
- Bien. Mañana saldremos a las nueve de casa.
- Vale.
Su hermano sale del cuarto feliz de no quedarse solo en la fiesta, su hermana sonríe. Su hermanito a veces parece un niño.
- ¡A cenar! – grita su madre desde la cocina.
Amelia sale de su cuarto y se dirige a cenar. Huele genial, su madre cocina tan bien que no entiende como no es una cocinera profesional. Entra y se sienta en la silla de siempre, entre sus dos hermanos pequeños para que no peleen. A los pocos segundos llega sus hermano, y es que cuando su madre dice a cenar, pues a cenar. Pero en cambio hay alguien que parece no haber oído su orden.
- Mama – dice la pequeña –, ¿papa por qué no viene?
- Está ocupado, hija.
- Siempre está ocupado – murmura Amelia, alguien le da una patada debajo de la mesa, es Arthur, que le advierte que no es el momento de montar conflicto.
Empiezan a comer en silencio. Los niños, como siempre, son los primeros en hablar sobre los dibujos que han hecho mientras esperaban la cena. Lorena ha dibujado un castillo de princesas en el que ella reinaba y Christian a unos dibujos animados, los de Hora de Aventuras. A ella le gustan esos dibujos, son muy raros, pero divertidos.
Acaban la cena, ella deja su plato en el fregadero y vuelve a su cuarto. Se tumba en la cama, mira el reloj. Aún son las diez de la noche, demasiado pronto, al menos según ella, para irse a dormir.
Coge el mando de la televisión y la enciende, no hay nada bueno, como siempre. No le gustan mucho las series así que sigue cambiando hasta dejarlo en la MTV. Está dando “Ya no estoy gordo”, ese programa le deslumbra porque en cada capítulo, la capacidad de superación de cada persona para adelgazar, es increíble.
Quiere quedarse despierta para acabar de ver el programa, pero poco a poco se queda dormida.

2 comentarios:

  1. Sube pronto el siguente capítulo, por favor! *-* Escribes muy bien, quiero seguir leyendoooo!! Necesito saber qué pasará en la fiesta...jujuju :3
    Un beso, guapa.

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    1. Bueno, bueno si tu me lo dices jajaja
      Gracias, me alegro que te guste, espero que no seas la unica :P
      Te sorprenderas de lo que ocurre, ya me contaras :)
      Otro beso para ti :)

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