domingo, 12 de mayo de 2013

Capitulo 7


Hola, siento haberme tardado para este capitulo. Pero entre examenes y trabajos no he podido encontrar tiempo para escribir. Recompensare todo este tiempo. 
Aprovecho para comentaros que hay un concurso para ganar dos ejemplares de la saga Crossfire. Aquí tenéis el enlace http://papeldetintanegra.blogspot.com.es/2013/05/concurso-crossfire.html 
Y con esto os dejo con  el nuevo capitulo.

Es la séptima canción del concierto y la verdad es que no lo llevan nada mal, todas las canciones que han cantado hasta ahora ha provocado un gran fulgor entre todos, la verdad es que a ella también le está gustando. Mira su reloj, ya llevan una hora de concierto.
- Muchas gracias – dice el cantante a través del micrófono –, como habréis comprobado ninguna de las canciones que hemos cantado hasta ahora son nuestras. Pero espero que no os importe, ¿o sí?
Se produce un gran griterío diciendo un fuerte no.
- Genial, entonces tampoco os importara que descanse la voz y os deje con mi prima, ¿o sí?
Esta vez varios noes y sies se producen en el local, provocando una sonrisa en el cantante haciendo a la vez que se le revuelque el corazón y quitándole el aliento. “Sí que es verdad que la sonrisa de una persona es lo más sexy” piensa. Mira a la otra chica, no se había dado cuenta hasta ese momento que estaba ahí.
- Bueno, no era una opción. Yo me he cansado y creedme que mi prima no os decepcionara. Además, yo no me iré del todo sino que estaré aquí al lado con la guitarra eléctrica.
El chico cambia de posición y coge la guitarra que está detrás de la cortina, mientras la chica se pone delante del micrófono. Lleva un vestido plateado un poco ajustado y unos tacones negros, el pelo rizado le cae por los hombros, la mira fijamente y… A esa chica la conoce, su cara y esos ojos. Pero ella no es…
- Hola, mi nombre es Sofía. Como ha dicho antes mi primo, cantaré a partir de ahora, espero no decepcionaros.
Las notas de la guitarra empiezan a sonar, no hace falta que le digan el titulo, sabe perfectamente cuál es.
Firework  empieza a sonar y la voz de Sofía inunda el local, no lo hace mal, nada mal. Hasta parece que haya ido a clases de canto. Pero la pregunta es: ¿dónde se encuentran esas gafas de pasta negra, sus zapatos planos y su ropa más o menos holgada? Se queda sorprendida por el cambio que ha dado aquella chica, incluso está mucho mejor así vestida, no entiende porque lleva ese tipo de ropa si es guapísima. No es que sea su problema pero…
Mira a su alrededor, todos cantan al unísono con ella, parece que les ha gustado Sofía, pero lo que más le sorprende es la cara de su hermano. Se ha quedado como ensimismado por su compañera de clase, sus ojos parecen que no pueden despegarse de ella.
- Si la sigues mirando la vas a gastar.
Ni caso, no le ha escuchado, se encoge de hombros y mira al escenario. Nota que unos ojos están sobre ella, sabe quién es. El chico con el que bailaba y que sin previo aviso se fue, no quiere mirarlo pero es tal la tentación que no aguanta.
Sus ojos se posan sobre los de él haciendo sobresaltar a ambos aunque no lo noten, y a ambos sienten ese retorcijón en el estomago. Mientras aquel chico cantaba le ha dado tiempo a observarlo mejor, su pelo es rubio casi tirando para castaño los ojos ya los había visto, pero con esas luces son más increíbles aún.
Él aparta antes la mirada, y sigue deslizando sus dedos por la guitarra produciendo las notas de la canción. Ella no puede apartar la mirada pero se obliga a hacerlo; otra canción empieza. Esta vez es Euphoria, la canción ganadora de Eurovisión, y como en la anterior, también lo hace genial.
La última canción acaba y con ella la fiesta, pero no la noche.

Se aleja del micrófono y deja que su prima se ponga delante de él, camina con lentitud hacia la guitarra que está detrás de la cortina que hace unos minutos cubría el escenario.
Cuelga la guitarra a su hombro derecho, coge la púa y espera a que su prima termine de hablar. Esta nerviosa, lo sabe, pero es la única opción que le quedaba. Era ella o la pesada de Noemí, además su prima le debía unas cuantas desde hace unos meses.
Sofía termina de hablar y él toca las primeras notas de la canción, a la vez su prima empieza a cantar. Él la oye encantado, canta muy bien y le extraña que nunca lo demuestre. Sabe a la perfección que sus tíos la apoyarían si decidiera hacerse cantante, pero al parecer su primita no quiere. La quiere mucho, casi como una hermana, bueno, en realidad se ha convertido con el tiempo en eso y la trata como si lo fuera.
Mira al escenario, por la cara que pone cada espectador nota que su prima está teniendo un éxito arrasador. Varios chicos la miran de arriba abajo, no le gusta, pero es el precio que tenía que pagar. Además, bajo su protección ningún tío se iba a acercar a ella, como que se llama Roberto.
Entonces la ve, baila con la música y mueve los labios, le habla al chico que tiene al lado pero parece que no le escucha. Y como si de una conexión mutua se tratara, los ojos de ella se posan sobre los de él. “Madre mía” piensa “esos ojos tan azules no son de este mundo” Unos ojos grandes delineados por un lápiz de ojos lo hipnotizan, y sin quererlo ni desearlo siente ese extraño sentimiento en el estomago que hacía tiempo que no sentía.
Se obliga a apartar la mirada, no sabe que ha sido lo que acaba de sentir, pero sin duda no quiere volver a sentirlo. Es algo con lo que hace tiempo que no está familiarizado. Aunque tal vez sea el momento de dejar el dolor y volver a sentirlo aunque no quiera.
Su prima acaba la última canción y varios chicos empiezan a gritar pidiendo otra. Sofía le mira, pidiendo ayuda, pero él solo se encoge de hombros. Finalmente atendiendo a las peticiones de su público empieza a cantar Wide Awake de Katy Perry, y como en la demás canciones, al público le encanta.
Acaba la canción y esta vez, acaba el concierto. Las cortinas de cierran y los músicos  empiezan a recoger. Él se descuelga la guitarra y se acerca a su prima.
- Al final no ha ido tan mal.
- No, pero aún así ha habido momentos en los que pensaba que se me iba a olvidar la canción.
- Pues no se ha notado, lo has disimulado muy bien.
- Ya. Bueno llévame a casa, este estúpido vestido está empezando a fastidiarme. Quiero ponerme mis vaqueros de una vez por todas.
- Sofía, deberías de dejar de ir tan rara al colegio, estas mucho más guapa así.
- No quiero fingir algo que no soy.
- ¿Y vestir así es algo que tu eres?
- Déjalo, no lo entenderías ni aunque te lo explicara.
Y diciendo esto se da media vuelta y se aleja. “¿Y ahora que he hecho?” piensa indignado “¿He dicho algo malo?”
- Tío, ve a buscar la furgo anda – le dice el chico que tocaba la batería.
- Vale, pásame las llaves.
Le tira las llaves y él las coge al vuelo. Baja del escenario por la escalera de al lado y se dirige a la puerta trasera. Empieza a andar, se abrocha la chaqueta al sentir un fuerte viento golpeándole en la cara. El mes de Octubre está siendo muy frío, y si así están en este punto del año no quiere imaginarse que pasara en Diciembre. Dobla la esquina y encuentra la furgoneta, está a punto de entrar pero una voz a su espalda lo detiene.
- Eh, guapa, ¿qué haces aquí sola? – la voz es la de un chico con el pelo rapado.
- No es de tu incumbencia – la chica se da media vuelta para irse pero la acorrala contra la pared – ¡Eh! Suéltame.
- Tranquila, guapa, no muerdo. A no ser que no quieras.
No deja que pase más el tiempo y se dirige a ellos. Cuánto más se acerca más cree reconocer a la chica. Finalmente, cuando está a solo unos metro la identifica. Es la morena de los ojos azules del concierto, que, al mirarla, sintió esa cosa extraña.

Las cortinas se cierran y todos empiezan a irse de la sala. Varias chicas pasan al lado suyo hablando de los guapo que era el cantante.
- ¿Nos vamos?
- Sí.
- Vale, voy a coger las chaquetas, espérame fuera y ve buscando un taxi.
- No vamos a encontrar uno a estas horas.
- ¿Prefieres ir andando?
- Voy a buscar un taxi.
Su hermano le sonríe y ve como se aleja. Vale, ahora toca el reto de buscar las chaquetas y no recuerda donde los dejo.
Sale al pasillo y mira de un lado a otro. Piensa donde los ha podido dejar. “Claro” piensa “los deje en el guardarropa de la entrada” Se dirige a ella y busca dentro, encuentra la suya, pero no la de su hermana. Como no lo encuentre, no llega vivo a casa. Da media una vuelta sobre sí mismo y entonces ve a una chica recoger una chaqueta del suelo, mira a un lado y luego al otro. Es la cantante del concierto.
Él ve mejor la chaqueta, es la de su hermana, pero ¿qué hace? ¿Se acerca? Claro, si no puede que se lo lleve. Se dirige a ella y le saluda, la chica se queda sorprendida.
- Perdona, pero, esa chaqueta es de mi hermana.
- Oh, toma – y cuando va a entregarle la chaqueta, sus dedos se rozan haciendo a los dos sobresaltarse y ponerse colorados – Lo…siento, lo encontré en el suelo y…
- Sí, te he visto.
- ¿Me has visto? – pregunta sin comprender.
- Sí, he visto que lo recogías. A lo mejor alguien se confundió y lo tiró al suelo.
- Sí, puede. Bueno, eeehm… Adiós.
Y sin darle tiempo a despedirse, la chica se aleja de él. “Que rara”, piensa “Bueno, será mejor que salga si no quiero que mi hermana muera de frío”

Sale enfadada del local, el viento de aire frío la hace estremecerse, aun así sigue caminando.
Dobla la esquino para dirigirse por la avenida en la que pasa algún que otro coche. Los tacones no le facilitan mucho andar deprisa, piensa en la posibilidad de quitárselos pero se da cuenta de que entonces tendría frio en los pies.
Oye una voz a sus espaldas.
- Eh, guapa, ¿qué haces aquí sola?
Gira la cabeza hacia atrás sin parar de andar, no sabe quién es aquel chico de más o menos dieciocho o diecinueve años que se dirige hacia ella, es alto y tiene el pelo rapado, no le gusta nada las pintas que lleva.
Decide ignorarle diciéndole que no es de su incumbencia y sigue andando, pero entonces el chico la coge del brazo y la acorrala contra la pared.
- ¡Eh! Suéltame.
- Tranquila, guapa, no muerdo. A no ser que no quieras.
Su aliento huele a alcohol, no puede hacer nada, está demasiado aprisionada contra la pared.
- Será mejor que me sueltes.
- ¿O qué, morena?
- O te dejo sin tu cara bonita.
Esas palabras no han salido de su boca, gira la cabeza para ver quién es y lo reconoce al instante, es el cantante del concierto y el primo de su compañera de clase.
- ¿Quién te crees que eres?
- Soy su novio, gilipollas. Y créeme, como no apartes tus manos de ella no saldrás vivo. Sé cuidar de lo que es mío.
“Espera”, piensa, “¿qué soy qué?” Y antes de que pueda decir algo, aquel borracho la suelta. Y de pasar a estar entre los brazos del rapado pasa a estar, por lo que parece, su novio.
- Tranquilo, colega. Solo era una broma.
- Lárgate.
- Vale, vale.
El chico se aleja dando tumbos. El brazo de su “novio” le roza la cintura, provocando en ella los latidos de corazón más fuertes que nunca.
- Gracias, pero lo tenía todo controlado – dice mientras se aleja de él.
- Pues desde mi punto de vista no lo parecía.
- No tenemos el mismo punto de vista, por lo que parece.
- ¡Amelia! ¿Estás bien?
Arthur se acerca a ellos, con la cara preocupada y el ceño fruncido.
- Sí, no pasa nada.
- He visto que ese chico se alejaba y pensé que…
- Arth – dice tranquilizándole –, tranquilo. Estoy bien. Este chico me ha ayudado.
Su hermano le mira con cara de pocos amigos y evaluándole.
- Bueno, más que ayudado te he salvado. Tío – dice cuando Amelia abre la boca –, deberías cuidar más de tu novia.
- No somos novios – dice un poco avergonzada.
- ¿No? ¿Entonces?
- Somos…
- No creo que sea de tu incumbencia – interrumpe a su hermano.
- Como quieras.
Su hermano le da chaqueta con cara interrogante, pero decide ignorarlo.
- Bueno, creo que es hora de que nos vayamos.
- Si, vamos a la avenida…
- Espera, ¿vais a coger un taxi?
- Sí.
- No os lo recomiendo – mira el reloj –, son casi las dos de la mañana y no pasan muchos taxis a estas horas.
- ¿Y qué sugieres que hagamos? ¿Volver andando? – dice Amelia cortante.
- Es una posibilidad, pero no creo aguantes con esos tacones. Os llevo en mi furgoneta.
- ¿Qué? No, sinceramente, prefiero…
- Amelia, no seas borde – le dice su hermano –, es mejor que nos lleve él. Nos moriremos de frío y no gastaremos dinero.
- Pero…
- No hay peros que valgan. Iremos y punto. Soy tu hermano mayor y…
- Espera – los interrumpe Roberto, que ha estado observando divertido la escena –, ¿sois hermanos? Nadie lo diría, no os parecéis en nada. A no ser claro…
- Mira, ya te he dicho que no es de tu incumbencia. Iremos contigo.
Amelia le mira con ojos fríos, su actitud deja claro que no quiere seguir hablando del tema y él decide no llevarle la contraria.
- Vale, vamos. Esta por ahí – señala detrás de él.
Caminan en silencio hacia la furgoneta, cada uno sumido en sus pensamientos. Cada uno guarda un secreto, pero ninguno será capaz de superarlo hasta que encuentren a alguien con quien hacerlo.

4 comentarios:

  1. ¿Te he dicho ya alguna vez que me encanta? hahahaha Me encanta, me encanta, me encantaaa!!! *_______________*
    Y Roberto es taaa... asdfghjklñ <3 Me ha hecho mucha gracia que dijera: "Soy su novio, gilipollas" hahha muy bueno :'3
    Sigue así porfii ^_^

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    1. Jajajaja, ya lo veo ya, jaja.
      Muuchas gracias :) Da gusta tener lectoras como tu.
      Y me gustaria pedirte un favor. Si pudieras difundir mi blog sería genial, a tus amigas o en las redes sociales, como prefieras. ¿Tienes Twitter? Bueno, ya me diras. Besoos <3

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    2. Síi :3 Tengo twitter, bueno, tengo dos, uno es mi cuenta personal y otro para mi blog ( jeje, también tengo un blog, pero sshhh...;) ) Podrías hacerte una cuenta también especial para tu blog y a partir de allí haces toda la publicidad que quieras, siempre contando conmigo juju, que está claro que ayudaré a difundir tu blog, merece ser admirado por mucha más gente <3 <3
      (Por si te interesa mis twitters son: @norah_5 - cuenta personal- y @DreamsOfNorah -cuenta de mi blog- y si tu tienes twitter, dímelo <3)
      Besitoos!!

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    3. He seguido tu recomendacion. Ya te sigo, soy: @muticolourheart, espero que me sigas jijiji
      Besos!! <3

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